- HACE 30 AÑOS EN PRAGA ... (Noticias de los Socios)
Se cumple ahora el 30 aniversario de la primera medalla del atletismo español en una competición internacional. El 2 de septiembre de 1978, Jordi Llopart consiguió entrar en la historia de nuestro deporte, al obtener ese inolvidable galardón de oro en los 50 Kms. marcha, en el Cto. de Europa de Praga. Para conmemorar este acontecimiento, el propio Llopart y Albert Galin, como entrenador de la RFEA también presente allí, nos cuentan en primera persona sus recuerdos de ese gran momento. También adjuntamos la biografía deportiva de Llopart.
Biografía deportiva de Jordi Llopart
(Fuente: "Historia de la Marcha en España", publicado por A.E.E.A.)
HACE 30 AÑOS ...
2 SEPTIEMBRE 1978
RECUERDOS IMBORRABLES
Por Jordi Llopart
El día 2 de septiembre es una fecha para mí inolvidable, si tuviera que ponerle un titular diría que es “el sueño alcanzado”.
Fueron unos meses previos muy duros y sacrificados. He tenido la suerte de contar siempre con el apoyo de toda mi familia, mis padres y mis hermanos han sido fundamentales para la consecución de los éxitos deportivos.
Fui a Praga en el 1978 con la seguridad de que haría un buen papel y que lucharía por estar entre los primeros.
En mi estancia en México, recuerdo que antes de partir de regreso para España, el Profesor Hausleber me dijo que tenía que ganarme a todos los rusos, que podía hacerlo igual de bien o mejor que ellos.
Al llegar a mi ciudad del Prat, antes de incorporarme al seleccionado español, comprobamos en los entrenamientos junto a mi padre (E.P.D.) que andaba muy bien, que tenía unas excelentes sensaciones y que podía competir con aspiraciones de podium.
A lo largo de mi carrera deportiva he tenido la suerte de tener como entrenador a mi padre que, en todo momento supo aconsejarme en los entrenamientos y en el planteamiento de las competiciones.
Si en Praga’78 he dicho que fue “el sueño alcanzado”, en Moscú 80 fue “el deber cumplido”.
Me siento orgullosos de haber dado para España las primeras medallas y estoy seguro que los jóvenes valores que se inician ahora en las competiciones de marcha son capaces de alcanzar grandes retos. Eso sí, para ello hacen falta muchas dosis de perseverancia, fuerza de voluntad y no desfallecer en ningún momento. Es muy importante saber coger de los momentos debilidad, mayores fuerzas para seguir adelante.
HACE 30 AÑOS...
2 DE SEPTIEMBRE DE 1978
EL PRIVILEGIO DE ESTAR PRESENTE
Por Albert Galin
Los antecedentes
En la década de los años 70, la marcha española empezaba a situarse con cierto nivel en el ámbito internacional. A pesar de ello, los criterios restrictivos a la hora de formar el equipo olímpico español, los marchadores no eran tenidos en cuenta. Curiosamente, en 1972 y en los Trials USA, se clasificaron tres atletas estadounidenses para los 20 Km. con un minuto más de diferencia de los tres primeros españoles que eran Campos, Galin y Jorba.
Así pues, en los juegos de Munich y Montreal de los años 1972 y 1976, los atletas Víctor Campos y el incipiente José Marín, podían haber participado obteniendo una posición entre los diez primeros clasificados en la prueba de 20 Km. al igual que Agustín Jorba en los 50 Km.
Una buena prueba de ello fue la victoria en 1972 de Víctor Campos en el Giro de Roma, que anualmente organizaba el Corriere dello Sport el día 4 de noviembre para conmemorar el aniversario de la ciudad de Roma como capital de Italia. En esta ocasión el atleta español se impuso ante un buen elenco de atletas internacionales, mientras que Galin y Jorba se clasificaron entre los 12 primeros..
En los años 1975 y 1976 los marchadores españoles empezaron a tomarse en serio los entrenamientos, Moisés Llopart labró en el Prat la simiente que pronto daría sus frutos.
Pero a nivel internacional, el salto definitivo se produjo un 2 de septiembre de 1978 en la capital de la antigua Checoslovaquia, con motivo de los Campeonatos Europeos de Atletismo.
Los meses previos al gran día
Llopart y Marín a las órdenes de Moisés Llopart, empezaron a trabajar duro, buscaron la colaboración del profesor Hausleber, el ingeniero aeronáutico polaco afincado en México, que estaba al frente de la preparación de los marchadores aztecas.
Fueron largas y muy duras las estancias en el Centro Deportivo de México D.F. así como las sesiones de entrenamiento por la cima del volcán Popocatépetl, situado a unos 70 Km. al sureste de la capital de México y con una altitud de 5.452 metros sobre el nivel del mar.
Las circunstancias familiares y laborales permitieron que Llopart y Marín realizaran sus estancias en la capital mexicana, no así para Agustín Jorba que tenía mayores compromisos que atender al ser padre de familia.
Un día histórico para el atletismo español
Rafael Pajarón era el Director Técnico de la RFEA y se la jugó. Seleccionó a los siguientes marchadores para acudir al XII Campeonato de Europa: Marín en los 20 Km. y Llopart, Jorba y Marín en los 50 Km.
Se dio la salida a la prueba más larga del programa atlético a primera hora de la tarde. Como de costumbre, los atletas daban unas vueltas al Estadio y luego enfilaban el circuito situado a las proximidades del mismo.
En aquellos momentos la marcha europea era dominada por los soviéticos y los alemanes de la República Democrática, con la presencia de algún italiano en los puestos de finalistas.
En el circuito, además de los tres atletas españoles nos encontrábamos Moisés Llopart (E.P.D.) y yo mismo, los dos teníamos el libre acceso para asistir en el avituallamiento a nuestros atletas. También se encontraba realizando las funciones de juez de marcha el desaparecido Eduardo Garcés (E.P.D.), por aquél entonces Presidente del Comité de Marcha de la RFEA.
Los soviéticos pronto tomaron la iniciativa en la cabeza del grupo. Jordi Llopart no cedía terreno y aguantaba bien el fuerte ritmo impuesto. Tanto Marín, como Jorba no lograron acabar la prueba y abandonaron.
La distancia se iba cubriendo y a falta de cinco Km. Jordi Llopart dio el estirón definitivo hasta entrar destacado en el Estadio y proclamarse Campeón de Europa consiguiendo la primera medalla de oro para el atletismo español.
Antes de finalizar la jornada con las distintas pruebas, se procedió a la entrega de medallas. Eran las 10 de la noche y el termómetro marcaba 0º de temperatura. Sonó el himno nacional, Llopart en lo más alto del podio. A los pocos federativos que nos juntamos en la tribuna se nos hizo un nudo en la garganta, nos abrazamos, estábamos contentos celebrando un éxito inesperado para muchos, pero soñado para los más cercanos a la marcha. Recuerdo al Secretario General de la RFEA, José Luis Alonso (E.P.D.), emocionado como todos.
Un día histórico inolvidable aunque ya hace 30 años de lo sucedido.
Un reconocimiento permanente
Jordi Llopart merece el reconocimiento y el aplauso por semejante proeza y por ser el pionero en la consecución de las medallas para el atletismo español.
Desde aquí queremos hacer pública nuestra admiración y al mismo tiempo recordar que además de ser un gran atleta y entrenador es también una excelente persona y un auténtico caballero del deporte.